Foto: José Baruth Tafur Gutiérrez, abogado, Columnista cambioin.com
Por: Editora melissa guzman - Publicado en septiembre 16, 2025
Por: Jose Baruth Tafur Gutierrez
Abogado-Especialista Univ. Externado Maestrante Comunicación Política Univ. Externado. Columnista invitado cambioin.com
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La alimentación escolar. En un departamento donde miles de niños y jóvenes dependen del Programa de Alimentación Escolar (PAE) para estudiar con energía y concentración, por estos días incrementó la incertidumbre sobre su continuidad de dicho programa, siempre para lo institucional ha sido un motivo de preocupación. Y así debe ser, por eso, el anuncio de la Gobernadora Adriana Magali Matiz no puede pasar desapercibido: el PAE está garantizado hasta el final del 2025.
La noticia no es menor. Durante años hemos visto cómo las raciones se interrumpen, los contratos se traban y los estudiantes terminan siendo los más afectados por la burocracia y la falta de coordinación. Esta vez, la Gobernación, los municipios y el gobierno nacional lograron sentarse, sumar esfuerzos y asegurar los recursos necesarios para que la alimentación escolar no dependa de improvisaciones.
El acuerdo habla de cifras claras: la Gobernación aportará cerca de 8.000 millones de pesos, los alcaldes pondrán alrededor de 1.000 millones y el Gobierno Nacional mantiene su compromiso; Más allá de los números, lo que esto representa es certidumbre: que ningún niño se quede sin su plato caliente de comida, que ninguna familia tema por la ración de sus hijos, que ningún colegio tenga que suspender la entrega de alimentos.
En definitiva, para todas las partes y para la Gobernadora ha dado un paso confirmado en la dirección correcta: ofrecer soluciones, no excusas. Y eso, en medio de tantas tensiones políticas, es un mensaje potente. El PAE no es un lujo ni una dádiva, es un derecho. Asegurarlo significa entender que la educación no solo se mide en aulas y pupitres, sino en la comida diaria que sostiene a los estudiantes, significa la oportunidad de un niño de creer en los sueños de buscar en la educación un refugio para su futuro y hoy queda demostrado que esto es lo importante para el departamento.
Que esta decisión marque un precedente: que en adelante la alimentación escolar no sea moneda de cambio ni botín de disputas, sino una garantía permanente. Porque gobernar es garantizar lo esencial. Y en el Tolima, lo esencial empieza con un plato de comida en la mesa de cada niño.
José Baruth Tafur Gutiérrez, Abogado Especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña
Maestrante Comunicación Política
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