San Francisco de Asís, el hombre de la paz universal.

Por: Jorge Ancizar Cabrera Reyes, columnista cambioin.com

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"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán los saciados... Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios" Jesús. El Sermón de la montaña.

San Francisco de Asís, sin haberse ordenado como sacerdote, sino simplemente en su condición de diácono, fue el inspirador y creador de la Orden de los Franciscanos,  también expresó su amor a todos los seres vivos, con mucha piedad, compasión, dulzura y gran familiaridad con la belleza de la naturaleza y su relación con la humanidad, tuvo gran presencia cultural y espiritual en Europa y transcendio universalmente.

Su nombre verdadero era Giovanni di Pietro, su nacimiento ocurrió en Asis, Umbría, Italia en el año 1182 y su muerte en el mismo lugar el 3 de Octubre del año  1226,  vivió con humildad, y sencillez.

El Papa Francisco señaló que: "Francisco es el hombre de la paz. Y así, el nombre ha entrado en mí corazón; Francisco de Asís"..."Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena, ¿no? Es el hombre que da este espíritu de paz...¡Ah, cómo quería una iglesia pobre y para los pobres".

En la parte final de la Encíclica "Laudato Sí" inspirada por el Santo Padre Francisco termina con un aparte Del Cantico de las Criaturas, de San Francisco de Asís: "Alabado seas, mi Señor por el hermano viento, y por el aire, y la nube y el cielo sereno, y todo tiempo, por todos ellos a tus criaturas das sustento. Alabado seas, mi Señor, por la hermana agua, la cual es muy humilde, y preciosa y casta.   Alabado seas, mi Señor, por el hermano fuego, por el cual iluminas la noche, y es bello, y alegre y vigoroso, y fuerte.” 

San Francisco de Asís, encontró  en Cristo en los más necesitados, humildes y pobres, predicó el amor a Dios, visitaba constantemente a los hospitales y así servir a los enfermos, su frase que le llegaba a todos y movía corazones al saludar era: "La paz del Señor sea contigo".

Su pensamiento y el  actuar de San Francisco de Asís, lo expresó:  "Señor, haced de mi un instrumento de vuestra paz. Que ahí donde haya odio, ponga yo amor; que ahí donde haya ofensa, ponga yo perdón; que ahí donde haya discordia, ponga yo armonía; que ahí donde haya error, ponga yo verdad; que ahí donde haya duda, ponga yo la fe; que ahí donde haya desesperación, ponga yo esperanza; que ahí donde haya tinieblas, ponga yo la luz; que ahí donde haya tristeza, ponga yo alegría.

Señor, que no me empeñe tanto en ser consolado, como en consolar; en ser comprendido  como en comprender  en ser amado, como en amar; pues dando es como se recibe, perdonando se es perdonado y muriendo se resucita a la vida eterna".

San Francisco de Asís, nos deja una enseñanza muy grande de que el verdadero amor y la paz está en la defensa de la naturaleza y de todos los seres vivientes donde por lógica se encuentra el hombre como integrante de la humanidad.

En los tiempos de ahora que buscamos una paz real y total, debemos recurrir a las enseñanzas y el apostolado de San Francisco de Asís que  exaltamos su nombre como un  gran maestro y sabio  protector de la naturaleza, impulsor  de las tradiciones cristianas y servidor de los pobres.

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