Una fuerte decisión

Por: Sebastián Alvarado Restrepo, columnista de cambioin.com

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Desesperados por ayudar a su candidato, acompañando a sus familiares, amigos, y otros electores en estas elecciones del 13 de marzo de 2021, se encontraban más de 30,000 activistas en el país. En donde el sudor en los días calorosos de más de 34° en la costa, y el Tembloroso frío de 10° en la capital, pasaron a ser un segundo plano, por la preocupación de los colombianos para obtener los resultados de las consultas, congresistas y senadores.

Luego de tomarme un buen desayuno, con unos huevos fritos llenos de mantequilla, tocinetas, y un buen vaso de choco listo preparado por mi madre. Exactamente a las 8:45 de la mañana saliendo de mi casa, empiezo a ver las calles principales solas de la ciudad capital de la música colombiana, en donde me encuentro con que esa soledad, significa la concentración en diferentes instituciones, de muchas personas que están interesadas en votar, en lo que consideran las selecciones de relleno, pero en realidad las más importantes.
Logo de llegar a la institución educativa, y encontrarme con la requisa de un patrullero de la policía, acompañar a mi abuelita a su mesa de votación, me di cuenta, que exactamente a las 9:34 de la mañana, ya era muy tarde para ir a votar. Ya que jóvenes, viejitos, personas de toda la ciudades, estratos sociales, y todo lo que podamos imaginar.

Se había levantado muy temprano, para ejercer su derecho al voto.
Me gustaba ver como los jurados de votación estaban tan emocionados por entregarme los tarjetones, también la manera en la que cogían con sus uñas bien arregladas, cada uno de los papeles para pasármelos en mis manos sudorosas, debido a la indecisión que tenía en ese mismo instante, luego me acerqué a la mesa de votación, puse los tres tarjetones de frente mío, y pensé en si mi decisión sería la mejor para tomarle al país.

Empecé a recordar el momento exacto en el que amigos y familiares, tenían que llevar invitados de manera forzosa a reuniones políticas, para poder conseguir un puesto fijo de trabajo, empecé a recordar, sobre leyes que había aprobado el congreso, sobre cosas dañinas que de alguna u otra forma habían denigrado la sociedad. Recordé Los desaparecidos de palacio justicia, que sorprendentemente aparecieron en Armero Guayabal cuándo surgió su catástrofe. Eran cosas de segundos, por mi mente, y que de alguna u otra forma echaba de menos, pero también se reflejaba en expresión corporal, nerviosa, sudorosa, y sorprendido.
Sin embargo voté, acompañado de esa tinta negra, y la esfera de metal que finalizaba un simple lapicero marca Maker Paper, Y empezaba la decisión que tome por el país.

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