A pedazos se cayó el poder del Rey Arturo, en el concejo de Ibagué.

“El Fin de un Reinado, el Concejo de Ibagué ejecutó un Golpe de Autoridad y destrona al ‘Rey Arturo"

La política local vivió un terremoto interno cuando el Concejo de Ibagué decidió romper cuatro años de continuidad en la Secretaría General, un periodo en el que el concejal Arturo Castillo sostuvo en el cargo a su amigo y pupilo Juan Esteban Espinel, consolidando lo que varios corporados describen como una “fortaleza de poder personalista”.

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Por: Denuncia Ciudadana. cambioin.com

La elección de Wilson Gutiérrez Capera como nuevo Secretario General fue interpretada como un golpe de autoridad y, en voz de algunos sectores, como un auténtico “golpe de Estado político” dentro de la corporación, al desmontar abruptamente la influencia que Castillo ejercía sobre la estructura administrativa del Concejo.

Acto seguido, la reacción de Castillo quien, según fuentes internas, intentó deslegitimar el proceso con discursos que no hallaron eco fue leída por sus colegas como la conducta típica de un líder en declive; gestos intempestivos que buscan conservar centralidad tras haber perdido el control que mantuvo por años. Las teorías de comunicación política explican que, cuando un actor pierde su plataforma estructural de poder, recurre a estrategias mediáticas para evitar la desaparición simbólica del escenario público.

Finalmente, el mensaje del Concejo fue inequívoco; la corporación recuperó su autonomía y los Concejales se Respetan. En síntesis, el episodio no solo simboliza la caída y el destrono  del “Rey Arturo”, sino la reapropiación del poder por parte de los concejales, quienes dejaron claro que la unidad corporativa pesa más que los reinados prolongados y las fidelidades personales.

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