“Bocaneme en ruinas y la política en modo Necromancia”

Por: José Baruth Tafur Gutiérrez

Abogado-Especialista Univ. Externado Maestrante Comunicación Política Univ. Externado. Columnista invitado cambioin.com

 

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Mientras el polideportivo de Bocaneme agoniza entre el pasto crecido, los baños inservibles y el abandono, reaparecieron como por arte de politiquería el jefe del clan hurtado con su hermana candidata a la cámara, que más daño nos quieren causar, ahora aparecen No para salvar el deporte, claro. Ahora lo hacen para tomarse la foto con el exalcalde Medardo Ortega, condenado por el escándalo de corrupción de 'Las Marionetas' en el municipio de armero guayabal; Porque nada dice “futuro” como una alianza con el pasado judicial.

 

Ibagué, esa ciudad donde los estadios son utilizados para fiestas personales donde los políticos se reciclan constantemente, hoy  nos vuelve a sorprender. Y eso que ya habíamos aprendido a no esperar nada. Pero no, siempre logran superarse. Al parecer, aquí el que no tiene condena es porque aún está en etapa de investigación.

Mientras los ciudadanos, jóvenes, adultos mayores de Bocaneme entrenan esquivando huecos, estructuras colapsadas, en otras canchas se juegan partidos más lucrativos: pactos de caballeros sin caballeros, coaliciones que huelen tan mal como el alcantarillado colapsado de la ciudad.

 

Y uno se pregunta: ¿será que hay una beca para estudiar en la Universidad del Descaro? Porque estos hombres de la desvergüenza sí que se graduaron con honores. Algunos hasta con tesis titulada descaros y cinismo combinado presuntamente con hurto donde ven al pueblo a los ojos y con necesidades, abrazándolos manifestando que son un nuevo comienzo”. Se paran en una tarima, se sonríen, se abrazan, y los ingenuos o los cómplices aplauden como si no supieran que la función es la misma de siempre.

 

El deporte, que debería ser esperanza, integración, superación… aquí es el telón de fondo para la decadencia. Un escenario en ruinas como Bocaneme con promesas que se esfuman como el presupuesto y funcionarios que, con total honestidad, mienten y el pueblo la ciudadanía en medio de matorrales.

 

Pero tranquilos, ya vendrá el evento con globos y banda papayera donde dirán que ahora sí, esta vez sí, arreglarán todo. Harán una jornada de limpieza, subirán unas historias a Instagram y volverán a desaparecer, como las garantías de transparencia en los contratos.

 

Ibagué no necesita más alianzas: necesita un exorcismo político. Porque entre el césped quemado y los aliados chamuscados, todo huele a lo mismo: al eterno retorno del cinismo.

 

José Baruth Tafur Gutiérrez

Abogado- Especialista U Externado Magister Comunicación Política U Externado

 

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