Versión Diana Lorena Giraldo Arboleda; médica cirujana estética

Por: Ramiro Suárez Peña, abogado y columnista de cambioin.com

Advertencia: los comentarios escritos a continuación son responsabilidad única y exclusiva de su autor, y en nada compromete a este medio de comunicación digital.

Ramiro Suarez Peña, en mi calidad de columnista, cumpliendo con lo ordenado en fallo de tutela de primera instancia, tendiente a la rectificación y la garantía de los derechos fundamentales afectados al buen nombre, a la honra, a la dignidad humana y a la integridad personal, incluyo columna en la plataforma de noticias Cambión; frente a los límites de la veracidad y la imparcialidad que la libertad de información le asiste en su razón al médico cirujano Dra. Diana Giraldo, de la siguiente forma y manera:

Entre los meses de marzo a julio de 2022, presté mis servicios profesionales como cirujana plástica estética y reconstructiva a una paciente de nombre Alba Lucia Obando, a quien atendí en consultas de valoración, realicé un procedimiento quirúrgico estético y casi 30 secciones de controles y tratamientos posquirúrgicos, lo cual se encuentra soportado en un contrato, una historia clínica y unos registros fotográficos. Durante todo el proceso de atención, actué con estricta sujeción a la lex artis ad-hoc de la ética profesional, a las reglas de la experiencia y a lo indicado para el caso concreto de la paciente. Producto de la prestación de dichos servicios profesionales, no existieron complicaciones y se obtuvo un adecuado resultado estético.

La última vez que tuve contacto con la paciente dentro de la relación médico- paciente, ella manifestó de manera subjetiva que su piel estiraba más de lo esperado por ella, a lo que le expliqué que la elasticidad de la piel era algo normal y que lo anormal era no poder estirarla, ella fue insistente en que eso la tenía muy insatisfecha, por lo tanto, le dije que no tenía problema en realizarle un procedimiento adicional, resecándole más piel si después de evaluar el resultado a los 6 meses, persistía con esa idea.

El esposo de la paciente, ese mismo día mencionó que “lo mejor era que le diéramos 22 millones - valor superior al que pagó por los procedimientos - para evitarnos problemas futuros”, sin embargo, decidí no entrar en conflicto, máxime cuando el resultado obtenido era el esperado, por lo tanto, consideré que esta situación no iba a pasar de ser el caso de una paciente demandante.

El día 4 de agosto de 2022, recibí a mi celular audios amenazantes en los cuales la paciente me amenazaba con destruir mi buen nombre y mi reputación profesional, sino le daba los 22 millones, ante lo cual textualmente indicó:

“(…) entonces qué pasaría si yo pongo mis fotos y videos de la Dra. Diana Giraldo en redes sociales, qué pasaría entonces, porque estoy dispuesta a todo eso, no me importa tener que todo el mundo me los vea, vea todo lo que está pasando, no me interesa, entonces necesito que me dé una respuesta hoy o ya sabe lo que le va a pasar… Muchas gracias”.

Ante dicha amenaza y preocupada por la sentencia de: “ya sabe lo que le puede va a pasar”, procedí a denunciar a la paciente ante el Gaula por la presunta comisión del delito de amenaza. El mismo día de la denuncia, con el fin de evitar que la paciente materializara su amenaza y buscando llevar la situación a un plano judicial, estando absolutamente segura de mí adecuado proceder profesional y de que con las pruebas aportadas podría obtener una sentencia favorable a mi favor, envié a la paciente vía WhatsApp el documento que soportaba la denuncia y un mensaje, esperando de este modo que la señora cesara sus amenazas e intimidaciones, dicho mensaje enviado a la paciente decía textualmente:

“Sra. Mi respuesta será siempre oficial y a través de los medios constitucionales y legales destinados para tal fin, por esta razón y ante sus constantes amenazas, constreñimientos y extorsiones decidí denunciarla ante la fiscalía general general de la Nación, así que la invitó a que inicie las acciones legales que a bien considere, porque siempre he actuado con profesionalismo y dedicación y si usted considera lo contrario deberá probarlo ante un juez de la República. Así las cosas y ante la denuncia interpuesta, le sugiero se abstenga de materializar sus amenazas, porque, de acuerdo a la denuncia elevada, estaría ejecutando los daños futuros relacionados con mi buen nombre y prestigio que se pretenden prevenir y su libertad personal estaría en riesgo”.

La denuncia interpuesta por mí y aceptada por la fiscalía general de la Nación en contra de la paciente Alba Lucia Obando, fue por amenaza, no por extorsión.

La señora Diana Lorena Arboleda también manifiesta que fue ‘’un procedimiento quirúrgico, científicamente respaldado, realizado por un profesional debidamente certificado, en una clínica de cuarto nivel debidamente habilitada, procedimiento autorizado por la paciente a través de un consentimiento informado, en el que consta que la paciente estaba bien enterada de los riesgos propios de la praxis médica, y que tenía conocimiento y claridad de la localización de las cicatrices de la pexia de acuerdo con lo autorizado por la paciente, según se puede evaluar en el documento de consentimiento informado contentiva de la firma de la paciente. Procedimiento con un buen resultado estético, con un adecuado proceso de cicatrización en curso, normal y satisfactorio para su etapa, una ausencia de ptosis o caída, un adecuado posicionamiento de las mamas y las areolas y una simetría bastante adecuada, evaluada en sí misma y con mayor razón si se evalúa en comparación con su estado previo a la cirugía’’.

En su sentir ‘’la amenaza de acabar con la buena reputación de una persona en las redes sociales sino se recibe la suma de “$22.000.000 en un día”, nunca, puede ser visto como un reclamo sino como una amenaza y un constreñimiento, ya que como cirujana plástica hice un buen trabajo en procura de haber obtenido un buen resultado y es por esto que insté a la paciente a usar las vías legales porque estoy convencida de mi adecuado proceder’’.

Señala que en el consentimiento informado suscrito por la paciente ‘’se  repite 12 veces la posibilidad de necesitar cirugía adicional, así como en el apartado de riesgos de la mamoplastia y una vez más en el apartado específico de “NECESIDAD DE CIRUGÍA ADICIONAL” en donde mencionó textualmente:

“Existen muchas condiciones variables además de los riesgos y complicaciones quirúrgicas potenciales que pueden influir en los resultados a largo plazo de la mamoplastia. Aunque los riesgos y complicaciones son raros, los riesgos citados están particularmente asociados con este procedimiento. Pueden ocurrir otros riesgos y complicaciones, pero son todavía más infrecuentes. Si ocurren complicaciones, puede ser necesaria la cirugía adicional u otros tratamientos.” La práctica de la Medicina y la Cirugía no es una ciencia exacta, y aunque se esperan buenos resultados, no hay garantía explícita o implícita sobre los resultados que pueden obtenerse.

Una de las quejas más comunes contra los cirujanos después de una mamoplastia es la asimetría ya que además de no existir la completa simetría en el ser humano, ni antes, ni después de las cirugías estéticas, influyen muchos aspectos ajenos a la cirujana plástica que puede desencadenar asimetrías evidentes, y muchas veces los pacientes desean someterse a nuevas cirugías después de poco tiempo, es importante que usted sepa qué nuevos procedimientos en las mismas zonas deberán ser realizados sólo después de ver los resultados finales que se ven al año”.

Continúa su relato, y expone que ‘’yo nunca prometí a la paciente una tercera cirugía, lo realmente sucedido es que la paciente manifestó insatisfacción ya que al pellizcar la piel de sus mamas ella consideraba de manera subjetiva que estiraba más de lo esperado por ella y a pesar de que intenté explicarle por todos los medios que la elasticidad de la piel es algo normal, que esto no puede ser considerado flacidez, que lo anormal es no poder estirarla, y que lo que ella debía evaluar era la forma y que sus mamas no estuvieran caídas y ella fue insistente en que eso la tenía muy insatisfecha, por lo tanto le dije que no tenía problema en realizarle un procedimiento adicional resecándole más piel si eso la dejaba  satisfecha, pero que eso debía ser evaluado después del sexto mes del posquirúrgico, sin embargo, posterior a esto me amenazó solicitando la devolución de la totalidad del dinero e incluso un valor mayor al cancelado por la totalidad de procedimientos realizados, incluida la devolución del dinero de la lipoescultura realizada y de los 20 días de drenajes posquirúrgicos, procedimientos que hasta el momento no han sido motivo de queja de la paciente, ni en las consultas ni en la publicación de su abogado columnista. Lo que no puede resultar ni sano ni lógico, pues el procedimiento se hizo con adherencia a la lex artis y ello no puede representar una ganancia secundaria, al intentar por medio de la intimidación y vulneración de mi derecho al buen nombre, obtener la cirugía gratis y ganar un dinero adicional.’’

Indica que ‘’la paciente en ningún momento del posquirúrgico ni en los controles manifestó incremento de dolor, su manejo del dolor fue el convencional y no fue necesario formular nuevos analgésicos en el proceso, esto pudo haber sido corroborado por el mismo columnista en la historia clínica que reposa en su poder’’ y que ‘’en  el mismo consentimiento informado que he diseñado de manera genérica, basada en la literatura científica, para este tipo de cirugías y que reposa en poder del columnista en la página quinta se afirma textualmente: “PUNTOS: Los puntos son retirados en el consultorio después de 1 a 3 semanas. En algunos casos, se opta por retirarlos más tardíamente por motivos de seguridad’’.

Que ‘’la paciente nunca tuvo infección y no le fueron formulados antibióticos más allá de los profilácticos del posquirúrgico inmediato’’.

Igualmente, dijo: ‘’pues siempre estuve pendiente del postoperatorio, como es verificable en la historia clínica en poder del columnista, desde el momento de la cirugía hasta las amenazas de la paciente, la paciente recibió más de 20 citas de tratamientos posquirúrgicos en el spa médico y más de 10 consultas médicas, además de un procedimiento menor de resección de piel en la base de la mama izquierda, lo cual claramente demuestra que nunca hubo abandono, pero que, ante unos intereses probablemente diferentes de los aspectos médicos conllevó a que la señora Obando no atendiera mis recomendaciones y, por el contrario, las convirtiera en amenazas y señalamientos no veraces en mi contra’’.

Agregó que ‘’suponiendo que la existencia de esta hernia sea cierta, en ningún momento podría ser atribuida esta al procedimiento, ya que en la literatura no hay casos de hernias umbilicales ocasionadas por liposucciones, y yo nunca realicé procedimientos en los músculos de la pared abdominal de la paciente, nunca interrumpí la integridad de estos y la única forma de haber producido una hernia umbilical en la paciente sería a través de una perforación accidental de la pared abdominal detrás del ombligo, lo cual sería bastante inusual ya que no suele haber grasa detrás del ombligo y por ende la cánula succión nunca transita detrás del ombligo y de ser así el ombligo se desprendería y en todo caso si yo hubiera perforado de manera accidental la pared abdominal de la paciente con la cánula, hubieran sido necesarios tratamientos adicionales y una estancia prolongada como mínimo en la UCI, y esto nunca sucedió.’’

Para el caso concreto de esta nueva columna “Versión médico cirujano estético tratante”, es respecto a la columna anterior publicada en el portal cambióin el día 8 de diciembre del 2022, recibido la versión de la paciente en comento. En este orden de ideas, este columnista da por hecho cumplido, lo ordenado del resuelve hecho primero y segundo, por el juzgado sexto laboral del circuito de Ibagué en fallo de primera instancia de tutela proferido el día 15 de marzo del 2023.

RAMIRO SUAREZ PEÑA
Columnista cambioin.com

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