La lealtad en la Política no es un negocio, es toda una empresa

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La lealtad en los círculos viciosos, triángulos de amor y las mentes cuadradas no es un negocio.

En la más pequeña relación, primero debe haber química, despues, un poco de honestidad y por último, si se agranda, hay que apostarle doble o nada porque de lo mutuo nadie se aburre y la lealtad se convierte en toda una empresa.

La relación de pareja, diferente a la complejidad de una pizza, que viene en forma redonda, se come en triángulo y se empaca en una  caja cuadrada, es lo más sencillo de la vida que sólo requiere que sea mutua. Aquí no aplica el dicho ¿Espejito Espejito quién es el más bonito?

La amistad en la política no es compleja, es complicada, en ese orden, no hay nada mutuo, solo pendejos que eligen a unas minorías para mejorarles su calidad de vida.
Es un armario envejecido, con los mismos espacios de cajones, al lado gabetas de nochero y candelabros que sin luz propia, siguen anquilosados de familia en familia, de legado en legado.

Pocos los llamados buenas personas
Pocos los llamados verdaderos elegidos
El poder del ahora está presente
El poder del presente es el camino
El camino para elegir a los verdaderos amigos
El camino para alcanzar el pináculo del desarrollo
El poder verdadero y la gloria de ser elegidos

Bienvenidos siempre como verdaderas personas con el poder del ahora a Carlos Edward Osorio Aguiar y José David Castellanos Orjuela

Ramiro Suárez Peña
Columnista cambioin.com

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