Foto: Melgar Tolima, próximo a elecciones atípicas. cambioin.com
Por: Editor en Jefe - Publicado en mayo 25, 2025
Por: José Baruth Tafur Gutierrez
Abogado-Especialista Univ. Externado Maestrante Comunicación Política Univ. Externado. Columnista invitado cambioin.com
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¿Incoherencia o simplemente descaro estratégico? ¿Y el pueblo qué? ¿Aguantando? En el Tolima el Partido Liberal Mientras en Ibagué hacen maromas para parecer serios y tomar distancia del clan Hurtado —como quien saluda al vecino conflictivo desde la otra acera—, en Melgar pasa lo contrario posan con sonrisa de oreja a oreja y con abrazos de amor sincero y puro no importa el daño le han hecho a la ciudad Ibagué quieren repetirlo ahora en Melgar.
Y sí, estamos hablando de quien protagonizo el escándalo de los piques ilegales proceso que prescribió pero que nunca dijo que inocente, si El mismo clan hurtado que en Ibagué es tratado con guantes de látex y mencionado en voz baja en las reuniones políticas, resulta ahora querer hacer los mismos estragos en otros municipios y si esto les parece poco, ¡espere que viene lo mejor! El escenario de esta tragicomedia fue nada más y nada menos que Armero Guayabal, donde hicieron aparición estelar los hermanos Hurtado, el combo Yepes-Porras, y centro de la foto para medios Medardo Ortega, exalcalde condenado por corrupción en el escándalo de ‘Las Marionetas’. Sí, ese que se ganó 60 meses de condena como quien gana una medalla y ahora posa sonriente como si fuera una influencia del civismo todos unidos juntos por las arcas de Melgar Porque si algo mueve al liberalismo tolimense al parecer es la conveniencia.
Mientras tanto, en Ibagué, la administración local se viste de brocha gorda para impresionar. La plazoleta de banderas del estadio Manuel Murillo Toro fue “remodelada” … con pintura. Una manito de color, unos árboles podados, un par de fotos con niños sonrientes y camisetas Vinotinto. Y listo: ¡obra entregada! Nos vendieron maquillaje como si fuera cirugía reconstructiva.
Pero la magia no termina ahí. Justo cuando se acercan las fiestas de mitad de año, comenzaron a reparchar la ciudad. ¿Coincidencia? No lo creo. Al parecer, el pavimento solo vale si lo pisan las comparsas. No hay gestión, hay cosmética. Ibagué no se administra, se disfraza.
¡Pero no todo está perdido! Aún queda gente que se indigna, que no aplaude por protocolo ni vota por costumbre. Y si esa gente alza la voz —con brocha, con voto o con memoria—, tal vez algún día el Tolima deje de ser escenario de estas tragicomedias políticas… aunque, con este elenco, el show aún parece tener varias temporadas por delante.
José Baruth Tafur G Abogado
Especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña
Maestrante Comunicación Política
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