NACIÓN

¿Hurtado, alcalde de las obras, o las improvisaciones?

Por: Editor Ibagué - Publicado en enero 21, 2020

Durante más de un año de campaña política con miras a llegar a la alcaldía de Ibagué, Andrés Fabian Hurtado Barrera, vendió su imagen de hombre trabajador y cumplidor de su palabra bajo el lema:"el alcalde de las obras" queriendo decir con ello que promesa hecha, proyecto realizado. Hacia videos en ciudades de Estados Unidos, diciendo que asi avanzaría Ibagué llegando él a la alcaldía. Prometió hacer obras por todo lado, incluyendo un cable aéreo, en resumidas cuentas seria el "Salvador" de la ciudad.

Preocupa que esa campaña de más de un año, se estrellara de frente contra el piso y se rompiera en mil pedazos, en solo 21 días de gobierno del señor Hurtado Barrera, quien apenas llegando y ni siquiera sin dar una batalla por hacer realidad alguna de sus promesas, dijo que eran irrealizables. (pregunta: ¿es decir le mintió a sus electores?)

Fue el mismo Andrés Fabian, que ha salido en tantas oportunidades en estos pocos días a realizar anuncios que le quitaron su seudónimo: "el alcalde de las obras" para abrirle paso al de: "el alcalde de las improvisaciones".

Y es que no es sólo el haber desestimado antes de arrancar a buscar financiación para hacer las obras que prometió, lo que preocupa, también sus anuncios los cuales combatió en campaña, como el tema de los empréstitos del exalcalde Jaramillo, y en la actualidad socializa uno en el concejo para endeudar las finanzas locales en 81 mil millones de pesos más, para aumentar la deuda con los bancos a más de 300 mil millones de pesos. Ese dinero se gastará para hacer una sola vía, la calle 103.

Otro de los desaciertos del alcalde de Ibagué Andrés H, (algunos lo quieren comparar con luis H) es querer a como
de lugar arreglar con plata de la administración municipal, la vetusta edificación del hotel Ambala, para instalar oficinas del gobierno municipal, para lo cual habló de invertir 4 mil 500 millones de pesos, cualquier estudiante de ingeniería, le hubiera podido decir al mandatario local, que con esa plata no alcanza para contratar el calculista, que debe hacer los estudios del refuerzo estructural que necesita ese edificio, para evitar que colapse.

Sobre este tema cambioin.com el portal de las noticias transcribe la información emitida por el concejal de la oposición y exaspirante a la alcaldía de Ibagué Rubén Darío Correa Carvajal, sobre el tema alquiler del hotel Ambala, por considerarlo un llamado a la reflexión al mismo mandatario y evitar que siga improvisando con los dineros de los contribuyentes

Escrito realizado por el concejal de la oposición al gobierno Rubén Darío Correa:

El mejor inquilino y el ‘Hotel en el Aire’

El 8 de enero de este año le solicité al alcalde Hurtado, como concejal de oposición, la información consistente en todos los contratos de arrendamientos de inmuebles de la Administración Municipal desde el 2016 a la fecha.

Efectivamente el 15 de enero, horas antes de hacerme entrega formal de los documentos, el mandatario propuso de manera audaz, pero tal vez apresurada, arrendar el Hotel Ambalá para agrupar las dependencias dispersas de la Alcaldía.

En Total, en los últimos cuatro años los ibaguereños hemos pagado 10.384 millones de pesos en alquiler de inmuebles para ubicar nuestras dependencias. La administración Jaramillo arrancó el 2.016 pagando 103 millones mensuales en alquileres y culminó a 31 de diciembre de 2019 cancelando más de 331 millones al mes, sin contar las casas alquiladas para los estudiantes a los que la ampliación de salones de la jornada única los sacó de las aulas originales (de lo que nos ocuparemos en posteriores investigaciones de control político).

Entre los cánones que llaman la atención están: el de la carrera 48 Sur número 94-35 vía Picaleña donde funciona la secretaría de Tránsito. Pagamos $14 millones 400 mil pesos mensuales de alquiler. El arrendador arrancó siendo el señor Daniel de la Cruz Gómez Benjumea y en el 2017 mutó a la firma CENTROCOL SAS.

Además, para la misma secretaría de la Movilidad, la alcaldía paga $22 millones 880 mil mensuales a la firma SJ Logística y Transporte Comercialización SAS de un inmueble ubicado en la carrera 1 número 11-89, diagonal a la Clínica Tolima, para la atención de la Oficina de Cobro Coactivo de la mencionada secretaría.

Para las labores de la secretaría de Educación, la Alcaldía paga mensualmente $71 millones 743 mil por dos pisos, una bodega y tres parqueaderos del Edificio del Café de la carrera 2 número 17-18/20 a la firma INVERLYC SAS. Con fecha 11 de diciembre de 2019, se reportó otro contrato a la misma compañía por parte de la Alcaldía de Ibagué por un monto total de $424 millones 876 mil pesos, donde además de la edificación anterior, se incluye el inmueble Edificio Restrepo de la carrera 1 número 17-23, sin embargo no se especifica el valor a pagar por cada inmueble ni los meses de arriendo contratados.

Adicionalmente, para la operación de la oficina de cobro coactivo de la secretaría de Hacienda en la carrera 4 número 15-33, la Alcaldía paga a la firma CONSTRUALIADOS SAS 19 millones 240 mil pesos mensuales.

Sorprenden dos contratos de arriendo de la secretaría Administrativa de dos inmuebles pegados, vecinos, que suman más de 21 millones de pesos para la ubicación de los archivos de su dependencia, pero a dos arrendadores distintos: TERRANOVA SAS en la carrera 7 número 27-86 por 12 millones 500 mil pesos; y José Alberto Sierra en la carreta 7 número 27-50 por 8 millones 667 mil pesos.

También asombra un contrato entregado al ciudadano Edgar René Vargas Barrero, por alquilar un inmueble en la calle 19 número 1-19 y 1-17, al parecer un humilde hotel, frente a la Terminal de Transporte, por un total de 174 millones 772 mil pesos, para “brindar alojamiento transitorio y de emergencia a las víctimas que sean objeto de ayudas humanitarias de acuerdo con la Ley 1448”.

Dentro de los inmuebles que califican a la Alcaldía como el mejor inquilino de la ciudad, están el ubicado en la carrera 6 número 13-63 de la firma LEON GRAFICAS SAS por el que los ibaguereños pagamos $21 millones 240 mil pesos mensuales para el funcionamiento de oficinas que adelantan procesos administrativos de la secretaría de Hacienda; al igual que la sede del SISBEN en la carrera 5 número 19-63 por el que la Alcaldía le consigna $11 millones 900 mil al exgobernador Carlos Guillermo Aragón.

Hotel agrietado

El hotel Ambalá fue construido en 1959 por el exgerente de la beneficencia del Tolima Floro Saavedra. Desde antes de su cierre por la crisis administrativa en 2018, solo se utilizaban el mezzanine y los pisos 6, 7 y 8. El resto del inmueble presentaba, y aún presenta, serías fallas locativas.

En la actualidad, se observan preocupantes agrietamientos en algunas de sus estructuras, especialmente en los parqueaderos del sótano, paredes y vigas de varios pisos. Lo anterior, dicen exdirectivos del hotel, derivado no solo de la falta de mantenimiento sino de por lo menos tres fuerte sismos que soportó el edificio entre 1990 y 2008.

Los mismos exfuncionarios acotan que el Ambalá no goza de la actualización a las normas de sismorresistencia contempladas en el Reglamento de Construcción NSR-10 del año 2010, hoy vigente en Colombia, para construcciones nuevas o antiguas.

Adicionalmente reportan las mismas fuentes que sumado a lo anterior, al paso del tiempo y la corrosión, se obligó a la clausura en su momento de la piscina (que tenía una profundidad máxima de 3 metros y mínima de 1,80) en la terraza, al detectarse la oxidación y pulverización de parte de la estructura. Lo mismo sucedió con las calderas, que también fueron clausuradas. De ñapa, sus dos ascensores quedaron desde hace rato obsoletos al no cumplir ninguna de las disposiciones de la norma NTC 5926-1.

Aunque el alcalde Hurtado se ha anticipado a vaticinar que el alquiler del Hotel Ambalá le podría valer solo 25 millones de pesos mensuales más una adecuación de 4.500 millones de pesos, lo invitaría respetuosamente a hacer varios cálculos y reflexiones.

Uno de ellos, es que la sola adecuación a las normas de sismorresistencia y remodelación del primer piso de la Asamblea Departamental y el Centro de Convenciones de la Gobernación le costaron al Departamento en el año 2016 la suma de 10 mil millones de pesos (un contrato inicial de $6 mil 844 millones más una adición de $3 mil millones de pesos) y tres años largos y tortuosos para el desarrollo de las obras.

Y aunque luego de revisar el artículo 355 de la Constitución Política, sí es posible que una entidad pública le haga una donación a otra entidad pública (en este caso la Alcaldía de Ibagué a la Gobernación del Tolima, dueña del hotel), no son pocos los abogados que piensan que en este caso se podría incurrir en un detrimento patrimonial injustificado, porque le saldría muchísimo más oneroso para el Municipio adecuar el Ambalá. Es decir, saldría más caro el caldo que los huevos.

Pero sobre el tapete podemos tener varias opciones, para pensar en grande y a futuro en Ibagué. Una de ellas es el Edificio Inteligente propuesto por la anterior administración en la calle 103 en la zona de expansión en un lote de sesión de 60.000 metros2 que está listo, que según reveló un exsecretario de Jaramillo, llegó a tener la intención del Mininterior de cofinanciar un 70%. O desarrollar el nuevo edificio de la Alcaldía en la Calle 19 donde desde hace varios años el POT contempla una zona de renovación urbana que le daría otro aire al Parque Galarza y sus alrededores.

Sin mencionar el proyecto que hace algunos años se contempló en el predio del Municipio en la Calle 60 donde funciona el Infibagué.

No comparto lo que piensa el señor Alcalde y que reprodujo el medios de comunicación de que “no le apostará a la construcción del edificio inteligente de la Alcaldía, proyectado en la zona de expansión del Aeropuerto Perales y que incrementaría el valor del suelo de los predios del exsenador Mauricio Jaramillo, hermano del exalcalde Guillermo Alfonso Jaramillo”. Creo que ese argumento está cargado de revanchismo, espejo retrovisor y poca consideración con el desarrollo de ciudad.

Como tampoco creo en la tesis de postergar importantes obras como ésta, o ‘El Musicable’, que porque no hay plata ($). Para eso están las Alianzas Público Privadas (APP), o la financiación nacional o internacional de la que tanto se habló en la campaña, entre otros mecanismos, que en los primeros discursos en este 2020 han brillado por su ausencia.

Las APP, que en Ibagué no se han estrenado, son un instrumento de vinculación de capital privado, para la provisión de bienes públicos y de sus servicios relacionados, que involucra la retención y transferencia de riesgos entre las partes con mecanismos de pagos que permitan la inversión privada.

Las APP pueden ser de interés privado o de interés público. De carácter privado cuando se presentan los estudios de prefactibilidad por un particular, y propone el modelo de negocio a la Administración. De carácter público cuando la entidad proyecta los estudios de prefactibilidad y estructura el negocio para que mediante licitación resulte ganador la mejor oferta. Así mismo, la inversión puede ser 100% del sector privado, o mixta, entre recursos públicos y privados. Al final, después de la inversión del privado para hacer realidad el proyecto y después de 15, 20 o 30 años, el bien quedará de propiedad de la Alcaldía.

Entonces, señor Alcalde, respetuosamente en el caso de los arriendos, dejemos de pagar alquileres millonarios y matemos tres pájaros de un solo tiro: modernice la ciudad, vincule al capital privado de una vez y cuide los activos del Municipio.

Rubén Darío Correa Carvajal
Concejal de Ibagué
Partido ADA

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