POLÍTICA

Alcalde Hurtado, no necesitará más al concejo: RD Correa

Por: Resumen De Noticias Hoy - Publicado en junio 01, 2020

El concejal de Ibagué y líder de la oposición al actual gobierno, señaló que la corporación a la cual pertenece, cometió el peor error al darle todas las autorizaciones al mandatario local.

Vía: Concejal Rubén Darío Correa Carvajal

El Cheque en blanco

En términos prácticos, el Alcalde Hurtado no volverá a necesitar al Concejo de Ibagué casi que para nada en los próximos 3 años y medio.

Fueron aprobados la autorización del empréstito por $105 mil millones y el Plan de Desarrollo. Ambos proyectos los voté negativos. Considero que haberles dado trámite, sin recortar nada, con varios orangutanes adentro significa un peligroso coctel de libertinaje administrativo:

Comprometedoras e ilimitadas autorizaciones por todos los cuatro años para hacer lo que quiera, que venda sin control activos de la ciudad por $70.000 millones, que endeude al Municipio en $105.000 millones y lo deje al tope, con rentas pignoradas por tres alcaldías más, y un Plan de Desarrollo mal estructurado y para nada aterrizado.

Comencemos por el empréstito; no se compadece que se desoyera el clamor ciudadano y se mantuvieran tercamente los $40.000 millones, el 40% del crédito, en una obra de cemento no prioritaria como el deprimido de la calle 60 con Avenida Jordán, existiendo otras urgentes necesidades en esta emergencia como la salud o la reactivación económica.

En cuanto a las autorizaciones, que venían camufladas en el Plan de Desarrollo a  las que califico contrarias a la Ley,  podrá hacer lo que quiera: desde celebrar todo tipo de contratos y convenios, hasta entregar en comodato todos los bienes del Municipio, realizar todos los traslados y modificaciones presupuestales que quiera, modificar las rentas, celebrar acuerdos de pagos y adicionar por decreto al presupuesto lo que se le antoje.

Vayamos al Plan de Desarrollo. Valdrá $2,4 billones, tiene 391 metas, pero considero que fue mal estructurado en términos técnicos y en prioridades. Las metas, aquellos bienes y servicios que se van a entregar, no concuerdan con el plan plurianual de inversiones.

La metodología que se utilizó para su formulación no fue acorde y en muchas partes se evidencia un copiar y pegar, las líneas bases brillan por su ausencia y con ello entonces quedan débiles los indicadores y las metas.

Por ejemplo, en el sector salud se trazaron 72 metas de producto, 33 de ellas son simples estrategias, que indican que no saben cuál es el bien o servicio concreto que se va a entregar con ellas. No tienen claras las necesidades al no plantear los diagnósticos y líneas bases de manera coherente. Dejan esas estrategias abiertas para improvisar en el camino.

Para la reactivación económica, este documento consignó 8.000 unidades productivas para población vulnerable en condición de pobreza extrema, pero las mismas están abiertas a ser gestionadas con un criterio político y no técnico. No utilizaron la base técnica de la Red Unidos que es el ente que mide la pobreza en Colombia y sobre la que el gobierno nacional está pidiendo que se distribuyan los recursos. Si no se reconfiguran de manera técnica lo harán de manera politiquera, como ocurrió con la entrega de los mercados.

Solo se incluyeron 600 microcréditos para un universo de 28.000 golpeados microempresarios. No hubo diagnóstico de las líneas de acción sobre el calamitoso estado del tejido empresarial en la pandemia y después de ella. Coincido con mi colega Javier Mora que este Plan de Desarrollo que nos presentaron, adolece de una visión concreta de la vocación productiva del Municipio que permita aprovechar las ventajas comparativas de nuestro territorio.

Es una injusticia con el sector rural de Ibagué que se le haya asignado solo $17.000 millones de presupuesto para los próximos cuatro años. Y también que luzcan exiguos los presupuestos para programas sociales y poblaciones vulnerables.

En vías, se plantea construir 600.000 metros cuadrados, es decir 100 kilómetros. Pero en la práctica su materialización quedó gaseosa, cuando la dejaron con tres posibilidades: “Mejorar, rehabilitar o construir”, sin concretar ni especificar, lo que deja abierto el broche para que no se pueda controlar, ni medir, ni exigir.

El documento tampoco abordó el tema de los costos del regreso a clases, presenciales o con alternancia, por ahora estimado para agosto, de los 105.000 estudiantes ibaguereños que tendrán que contar con todas las garantías de bioseguridad, como mínimo un tapabocas.
¿Quién lo asumirá? O ¿cómo se garantizará la conexión de internet para los que se queden en casa? Esto último, a propósito, no debe ser abordado como un lujo sino como un derecho. En general temas como educación y políticas para los jóvenes quedaron en deuda.

Ni se diga de las inversiones en Ciencia, Tecnología e Innovación, que tanto vamos a necesitar en esta crisis, con una pírrica destinación de $7.000 millones de pesos para todo el cuatrenio.

En materia ambiental el Plan de Desarrollo fue débil. Reclamo al lado del concejal Jaime Tocora la adopción de la sentencia que hace el Tribunal Administrativo del Tolima frente al tema de sujeto de derechos de los ríos Combeima y Coello Cocora para trabajar en serio por la conservación del agua para las próximas generaciones. Supuestamente la implementación debería arrrancar el primero de junio.

El 21 de mayo el gobierno nacional promulgó el decreto 483, que le dio dos posibilidades a las Alcaldías en cuanto a los planes de desarrollo: la primera, poder entregar un documento nuevo a partir del 15 de junio para ser aprobado al 15 de julio, y la segunda, hacer modificaciones sustanciales y aterrizadas para adecuar los planes de desarrollo a la actual emergencia social y económica.

Pero en Ibagué, ni lo uno ni lo otro. El Plan de Desarrollo que nos presentaron el 30 de abril y que aprobaron el 30 de mayo no se compadece con la realidad socioeconómica de la ciudad, ni presente ni a futuro. En el camino solo le hicieron un leve maquillaje. Nos esperan 4 años de cemento dónde suelen aparecer los de cuello blanco.

Sin embargo, el Kit de Planeación Territorial es el nuevo modelo que está utilizando el gobierno nacional para elaborar los planes de desarrollo, con indicadores y metas codificadas en concordancia con Planeación Nacional y el Min Hacienda. Es decir, ya hay códigos creados para medir cada ítem de eficiencia y no el que a bien le parezca al ente territorial y si no se reporta de la debida manera, va a estar mal evaluado. Digámoslo claro: el control a la Alcaldía se lo hará directamente Planeación Nacional.

No me opongo a que se hagan las obras y a que se ejecuten los proyectos. Por el contrario, bienvenidos. Pero bien sustentados, planeados, priorizados y, sobre todo, con transparencia y sin corrupción.

Vigilaremos el actuar del Alcalde Hurtado con este cheque en blanco que le acaba de entregar el Concejo. Esteremos atentos para que no repitamos historias recientes como el Banco de los Tolimenses, los cupos fantasmas a estudiantes, los viajes a París poniendo de parapeto a cacaoteros, los fertilizantes chivados, las licitaciones millonarias chaleco con contratistas del Putumayo o la polémica compra de mercados que aún ocupa a varios órganos de control, todos estos muy a la usanza del clan político que nos gobierna.

Rubén Darío Correa Carvajal
Concejal de Ibagué

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