Foto: José Baruth Tafur Gutiérrez, abogado, Columnista cambioin.com
Por: Editor en Jefe - Publicado en agosto 11, 2025
Por: Jose Baruth Tafur Gutierrez
Abogado-Especialista Univ. Externado Maestrante Comunicación Política Univ. Externado. Columnista invitado cambioin.com
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Ojo con esas campañas amarillas que los van a hurtar, esas campañas electorales que acompañadas de carpas gigantes, sonido que retumba, regalitos para todos, promesas que harían llorar de emoción. Pero no se confunda mi querido Melgar, ese show no lo paga el candidato con sus ahorros de “trabajo honrado”. El que lo va a pagar es usted, con su salud, sus impuestos y sus calles llenas de huecos.
Porque detrás de esos altoparlantes y toldos de lujo, muchas veces está la mano amiga de quienes ya han sido señalados por engordar sus bolsillos con el dinero público. Ahí está el caso del exalcalde Andrés Hurtado, investigado por presunto enriquecimiento ilícito, peculado e intereses indebidos. El hombre que pasó de alcalde a influencer de lujos: viajes, mansión en Reservas del Campestre Un estilo de vida que, curiosamente, creció al mismo ritmo que el desespero de la ciudad de Ibagué.
Y la fórmula es sencilla: el dinero —legal o no— financia el circo electoral. Luego, el candidato gana, y llega la parte divertida (para ellos): cobrar la inversión con contratos amañados, puestos para amigos y “proyectos” que cuestan tres veces lo que deberían. Usted, mientras tanto, verá cómo suben los impuestos y bajan los servicios. Pero tranquilo, que en la próxima campaña le darán otra cachucha y un sancocho… y todo seguirá igual.
¡La pobreza, la necesidad un pueblo inseguro, eso le espera A melgar, le espera escándalos de corrupción, dinero y obras fantasmas!! Así como le pasa a Ibagué, la política local se ha convertido en un “TODO LO QUE PUEDAS HURTAR” de recursos públicos para financiar egos personales y campañas de plástico. Nos venden el espectáculo con nuestro propio dinero y después nos cobran entrada para ver cómo se hurtan el escenario.
La próxima vez que vea una carpa brillante y un candidato sonriente regalándole un abanico, una olla, acuérdese: ese es el abanico con el que luego usted se va a abanicar, esa olla vacia sin un plato de comida es producto la decisión de aceptar la corrupción en melgar vestida de amarillo.
José Baruth Tafur Gutiérrez, Abogado Especialista en Marketing Político y Estrategias de Campaña
Maestrante Comunicación Política
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